lunes, 28 de mayo de 2007

Rocío, guapa. Rocío, guapa. Rocío, guapa guapa y guapa.

Hoy (por lo que he visto en el telediario) comienza "el rocío", que consiste en que un puñado de católicos se dedican a seguir una estatua que representa a la madre de dios (o por lo menos, de Jesús, el Cristo), que por algún motivo ahora se llama Rocío, y no María. No hay nada de penitencia en dicho camino, que se puede hacer en carreta o a caballo, si se quiere a pie. Y mientras se canta, se bailan sevillanas (como era costumbre entre las tribus de Israel, claro) se bebe vino en bota y se comen bocadillos de Jamón y tortilla.
Entre los debotos rocieros, se pueden encontrar a personas tan rectas y honradas como Isabel Pantoja y su novio, el Cachuli.
Toda la gracia del Rocío, es que estos católicos apostólicos y romanos (que durante el franquismo, con mucha fuerza, y aún hoy, con gran fiereza vilipendiaban a los judíos) besan los pies y siguen a una mujer judía.
Pues nada, estas cosas que tienen los religiosos, como predicar el amor y liarse a tiros. Habrá que leerse el libro de Leo Bassi.

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