miércoles, 26 de septiembre de 2007

Demagogia

Uno de los argumentos más sobados en contra del comunismo (e incluso del socialismo) es aquél de que a menudo los comunistas tienen grandes chalés o lujosos coches. Yo nunca lo he entendido, y de hecho lo que buscan hoy en día los movimientos de izquierdas es que los obreros tengamos acceso, en la medida de lo posible, a la sociedad de consumo. Digo más: de no ser por el comunismo, ahora trabajaríamos como en los inicios de la revolución industrial.

Especialmente me hacen gracia las palabras de Tomás, refiriéndose a Ana Belén, o a Sabina, entre otros: "así yo también soy comunista". Sinceramente, si ha ganado dinero dignamente para poder comprarse lo que tiene, bendita sea. Otra cosa es que lo hagan con medios deshonrosos, más cercanos a prácticas capitalistas (Ramoncín y la SGAE, por ejemplo).

En fin, hoy he leido ésto y me he acordado de este eterno debate.

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